un 10 de mayo de 1994 la historia cambiaría oficialmente. el travieso rolihlahla (que significa el que tira de las ramas del árbol), nacido en un pequeño poblado del transkei, se había convertido en presidente de sudáfrica. el país del apartheid elegía a nelson mandela como líder en un proceso ejemplar.
todos sabemos que las cosas no cambian de un día para otro. menos una nación. siempre pienso en lo extraordinario de pasar 27 años sin que el odio mate. en la amistad con su censor y carcelero james gregory. en las negociaciones cuando aún estaba encarcelado. en la renuncia a su liberación si esto suponía renunciar a sus ideales.
la virtud de mandela es ser capaz de oír al enemigo. y escucharle. sin prejuicios, sin límites. eso le permite mantener sus valores intactos. probablemente llevó esta forma de hacer también a lo personal. reconociendo errores o abordando directamente a la gente con la que tenía que hablar.
algunos de los procesos de reconciliación más extraordinarios han ocurrido en áfrica. y son necesarios algunos más. perdido en lo cotidiano y observando las batallas políticas cortoplacistas resulta aún más evidente.
hace demasiado tiempo que millones de africanos y europeos conviven para que las culturas estén tan lejos, tan llenas de prejuicios. todavía utilizamos expresiones que transmiten, en el "mejor" de los casos, compasión y lástima. oímos cuando hay ruido, pero apenas escuchamos lo que ocurre.
cada día pienso si la música es la vía de acercamiento. me gusta tandiswa.
La belleza de los números
Hace 12 años
1 comentario:
Sin duda Mandela es África y una parte de África es Mandela. Sin él la historia de este continente se habría escrito de otra forma.
Bicos
Fátima
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